miércoles, 13 de mayo de 2015

7. La presencia de papá y las expectativas de mamá


Un niño necesita siempre de la presencia de papá y de mamá, para tener una niñez estable y sentirse representado en ambos puntos de vista. Pero no siempre papá vive con mamá y es cuando las madres se ven obligadas a realizar ambos papeles.

En este caso voy a hablar de aquellas madres que tenemos la fortuna de que papá viva con nosotros. No puedo negar que mi esposo fue y ha sido un gran soporte y apoyo en mi vida; de hecho, durante mi embarazo siempre estuvo pendiente de mi y mis necesidades.



El gran problema viene cuando mamá espera que papá sienta por el bebé lo mismo que sentimos nosotras al verlo. Mi esposo ama y adora a nuestro bebé, pero jamás podrá sentir y actuar como actuamos las madres. Por más que lo deseemos, nuestros hijos (que nos conocen por dentro mejor que nosotras mismas, literalmente).

Inclusive, a veces resiente la atención que le das a tu bebé, la mayoría de las veces porque los descuidamos a ellos y terminan comportándose como otro niño. Voy a darle un consejo que a mi todavía me cuesta seguir pero cuando me recuerdo me funciona bien: tenga paciencia. Explíquele lo que quiere y por qué, verá que cuando entra en razón se dará cuenta él mismo que su comportamiento no tiene razón de ser.

Asígnele las tareas que sean necesarias para que se sienta incluido, háblele de la familia y de las decisiones que deben tomar en conjunto en los próximos días. Esto le mantendrá ocupado y colaborará con tu ajetreada vida.

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